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Consejos hostelería / Cómo congelar verduras correctamente. GUÍA DEFINITIVA

Cómo congelar verduras correctamente. GUÍA DEFINITIVA

 

Plato de verduras

Claro que es mejor consumir todos los alimentos frescos, pero la idea de congelar verduras en casa acaba resultando la más práctica ya que nos aseguramos de aprovecharla bien y evitar que se nos estropee con el paso de los días. Hay varias formas de hacerlo: está la opción más sencilla que es la de cocinar nuestra verdura en algún plato. De hecho, en este post anterior ya os enseñamos 10 comidas de tupper que puedes preparar y congelar. Sin embargo, muchas veces se prefiere congelar la verdura individualmente. Es por eso que te voy a detallar qué pasos debes seguir y las cosas que debes tener en cuenta para congelar algunas verduras de una forma individual y correcta.

El congelador tiende a solucionarnos nuestras comidas ya que nos ayuda a poder organizarnos y conservarlas bien para que nos duren más tiempo, por eso hay que hacerlo bien. De hecho, si no congelamos las verduras como se debe, estas acabarán perdiendo la mayoría de sus propiedades e incluso su sabor o textura. Por otro lado, procura poner una etiqueta en cada una de las comidas que congeles con la fecha en la que ha empezado a estar congelada. Así te asegurarás que la comida no está más tiempo del debido dentro del congelador (máximo entre  3 y 6 meses). Acuérdate, también, de disponer de bolsas especiales para congelado o recipientes herméticos válidos para congelar.

 

❗ Antes de nada, te voy a nombrar las verduras que no se recomienda congelar: la patata, el apio, el pepino y la lechuga. ¿Por qué? Estas verduras tienen un alto contenido en agua y eso hace que al congelarlas pierdan toda su textura y se agrieten, algo que no queremos en absoluto.

 

Congelar verduras: diferentes formas

 

Congelar verduras: guisantes frescos

Verdura congelada

Si quieres congelar guisantes frescos, puedes hacerlo en crudo sin ningún proceso previo. Retira los guisantes de las vainas que tengas, lávalos muy bien y déjalos escurrir por completo.

Una vez hecho todo esto, mételos dentro de una bolsa especial para congelar y ciérrala lo más herméticamente posible. Procura no llenar una sola bolsa con muchos guisantes, te recomiendo que los congeles en menor cantidad, como si los congelases por porciones. Así te aseguras de no tener que descongelar de más.

 

💡 Un truco para que después de congelados los guisantes no se arruguen al cocinarlos es dejarlos enfriar en el propio agua en el que se les ha hervido. 

 

Congelar verduras: alcachofas

Congelar alcachofasLas alcachofas si están muy frescas pueden conservarse bien hasta 7 días en la nevera dentro de una bolsita de plástico. Si tienes muchas o quieres conservarlas por más tiempo, deberás congelarlas. Antes de hacerlo, prepáralas bien. Para eso coge un cuchillo y corta las hojas que están por la parte más externa, las puntas y el rabillo. Seguidamente, córtala en la cantidad que necesites o prefieras.

Cuando ya la tengas troceada, pon los trozos en agua fría. Para evitar que se oxide, puedes echar un chorro de limón o bien triturar un poco de perejil y añadírselo. Después de unos minutos, ponlas a hervir a una olla. Cuando ya hayan pasado unos minutos, escúrrelas y sécalas muy bien encima de un paño limpio y/o papel de cocina. Hecho esto ya están listan para entrar al congelador con su bolsa para congelar.

 

Congelar verduras: brócoli y coliflor

El proceso de congelación tanto para el brócoli como para la coliflor es prácticamente el mismo.  Para hacerlo, en primer lugar los deberás limpiar abundantemente con agua para retirar toda la posible tierra o bichos que pueda haber en su interior. Una buena forma de hacerlo rápido y sencillo es retirar todas las hojas de su al rededor y sumergirlos en agua y sal durante unos minutos. 

Una vez están bien limpios, toca ponerlos a hervir. La opción de hervir antes es para conservar mejor todas sus propiedades. Coge una olla con agua, echa un poco de sal y ponla a hervir. Cuando ya esté hirviendo introduce la coliflor o el brócoli durante unos 3 minutos. Pasado este tiempo, enfría ambas hortalizas con agua fría. Seca bien los restos de agua y ponlos a congelar en bolsas herméticas o recipientes especiales (herméticos).

 

💡 Puedes cocinarlos después sin necesidad de descongelar primero.

 

Congelar verduras: calabacín

Escoge los calabacines que ya estén a punto. Lávalos muy bien con agua fría. A poder ser, frota tus manos (o con algún cepillo especializado) en ellos para poder limpiar mejor toda su superficie. Una vez limpio, córtalo como prefieras. Puedes optar por coger un cuchillo y hacer cubitos pequeños o rodajas. Si no, también puedes rallarlo. Yo suelo usar un pelador de patatas para hacer tiras con el calabacín. 

Cuando ya lo tengas listo, es el momento de escaldarloCongelar calabacínEl tiempo de escaldado dependerá del tamaño en el que lo hayas decidido cortar:

  • Cuadrados o rodajas: Llena una olla con agua (2/3) y ponla a hervir. Pon las rodajas o cubos dentro y déjalos hervir 3-4 minutos. No lo tapes. 
  • Rallado: Al estar rallado, el procedimiento tiene que ser distinto; en vez de agua, vapor. Para hacerlo utiliza una vaporeta y ponla encima de la olla con agua hirviendo. Déjalo dentro unos 2-3 minutos con la olla tapada. 

Por otra parte, prepara otra olla con agua muy fría. En cuanto el calabacían ya esté escaldado, retíralo y ponlo inmediatamente en este agua muy fría para parar de golpe el proceso de cocción. Déjalo dentro del agua fría por un par de minutos. Hecho esto, sécalo muy bien (con papel de cocina).

Si vas a congelar calabacín rallado entonces puedes introducirlo todo dentro de una bolsa para congelar (quitando bien el aire al cerrarlo). Si lo haces en rodajas o cubos, entonces tendrás que congelarlo colocando los trozos separados unos de los otros y déjalos unas horas en el congelador. Este paso previo es opcional, se hace para que no se peguen los trozos al congelarse. Pasado ese tiempo, ya congelados los trozos, podrás transferirlos a una bolsa o recipiente hermético y volver a congelar. 

 

💡 Escaldar los alimentos hace que se eliminen las enzimas y que se conserve mejor el sabor, color y las propiedades. Es importante NO echar sal en el agua cuando escaldemos, ya que esto hará que se descompongan más rápidamente. 

💡 Todo este procedimiento sirve igualmente para las berenjenas. 

 

Congelar verduras: acelgas y espinacas

Ya sea con las acelgas o espinacas, límpialas bien quitando toda la tierra y retira las hojas que estén en mal estado. En el caso de las acelgas, revisa también el tallo. Coge una olla y pon agua a hervir. 

  • Espinacas: coloca las espinacas y déjalas que hiervan durante 2 minutos. 
  • Acelgas: córtalas en trozos medianos y mételos en la olla a hervir también durante 2 minutos. 

Cuando ya hayan pasado esos minutos, toca enfriar tanto las espinacas como las acelgas en agua fría. De ahí, a congelar en un recipiente bien cerrado o bolsa. 

 

💡 Las acelgas también las puedes congelar en crudo. Para ello asegúrate que el recipiente es hermético. Aun así, congelarlas pre-cocidas te será más fácil para cuando las quieras consumir.

 

Congelar verduras: cebollas y ajo

Sí, también se puede y es perfecto para tener siempre lista la cebolla o ajo para nuestros sofritos. En ambos casos la congelación se hace en crudo, no hace falta hervir ni escaldar previamente. Para ambas lo que se necesitará será retirar la piel y partes “feas” y trocear al gusto: dados, rodajas o más picadito. Si después de cortar secas un poco (con papel de cocina) los trozos, mejor. De ahí, mete los trozos en bolsas herméticas (de zip) y aplasta bien la bolsa antes de cerrarla para que suelte todo el aire y también quede más plano y ocupe menos en el congelador. 

Lo mejor; no hace falta descongelarlos. Con echar directamente los trozos a la sartén bastará. Pero ten cuidado, échalos sin que el aceite esté demasiado caliente porque si no saltará y te podrás quemar.