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Leche para hostelería: diferencias con la leche de los supermercados

Quizás alguna vez te hayas fijado en que, en las botellas de leche de los bares o cafeterías, a menudo se especifica que es leche para hostelería. Y, si lo has hecho, seguro que te has pregunto en qué se distingue de la leche que todos tenemos al alcance. Por eso, hemos querido hacer este post, para ayudarte a satisfacer tu curiosidad. 

¿Qué es la leche para hostelería y en qué se diferencia con la que tenemos en casa?

En realidad, el misterio no es tal, ya que las diferencias no son muy significativas. De hecho, es probable que no se perciba distinción en lo que al sabor se refiere. Sin embargo, hay algunos aspectos que varían entre una y otra:

  • El punto más relevante es el tanto por ciento de materia grasa que contiene. En los bares, la leche más consumida es la semidesnatada, por lo que la usaremos como referencia para ejemplificarlo. Mientras que la leche semidesnatada comercializada en las tiendas tiene un 1,55 % de materia grasa, la leche semidesnatada para hostelería tiene un 1,8 %. Gracias a este pequeño cambio en el porcentaje, se consigue una mayor cremosidad, sin tener que recurrir a la leche entera, por lo que se mantiene la ligereza de la bebida. Además, se reduce la formación de nata.  
  • Otra diferencia es el tratamiento que recibe la leche para hostelería. Hay que tener en cuenta que, en el sector HORECA, la leche sufre muchos cambios de estado, ya que se calienta a temperaturas más elevadas y con procesos más rápidos que en casa y, luego, si sobra leche, se queda en la jarra a temperatura ambiente y, más tarde, se mezcla con leche fría y se vuelve a calentar. Así pues, el tratamiento que se le da es específico para que la leche sea menos perecedera. 
  • En tercer lugar y por último, encontramos el envase. Al dueño de un bar le da igual si la botella de leche es atractiva. Lo que busca es más bien un envase que, sencillamente, cumpla su función y, a ser posible, que sea fácilmente apilable para optimizar el espacio en el almacén. Además, no necesita que sea muy resistente, ya que habitualmente se consume a un ritmo rápido. A raíz de todo esto, el envase de la leche de hostelería suele ser mucho más simple y, de este modo, se abaratan costes, que, al fin y al cabo, es lo que busca el empresario.