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Vajilla blanca: un clásico que necesitas en tu restaurante

 

Aunque no lo parezca, el color de la vajilla sí importa. Hoy en día existe una enorme variedad de colores y diseños de vajillas super atractivos. Sin embargo, una vajilla blanca es un básico nunca debería faltar en tu establecimiento. 

Es evidente que la vajilla blanca es posiblemente la más popular y clásica, sin llegar nunca a pasar de moda. Es por eso que en este post te voy a explicar por qué necesitas hacerte con una -si no lo has hecho ya- y de qué forma puedes sacarle todo el partido. 

En un post anterior te hablamos de las tendencias en decoración y mobiliario de hostelería. ¡No te lo pierdas y toma nota!

 

Clásica vajilla blanca

 

Vajilla blanca: un clásico que nunca falla

 

Más posibilidades en la mesa

Vajilla blanca más posibilidades

Piensa en la vajilla blanca como si fuese un lienzo en blanco sobre el que pintar. A simple vista podría llegar a parecer algo aburrido, plano y sin gracia. Sin embargo, en cuanto empieces a añadir alimentos y complementos de todos los colores, quedará una mesa increíble y más que fotografiable.

¿Hay algo más fácil de combinar que el blanco? Lo dudo. Y no solo se puede combinar con todo tipo de decoración, cubiertos o manteles originales. También con otros platos de otros diseños sobre puestos. Un ejemplo de vajilla con la que puedes combinar los platos blancos serían los de la marca Olympia modelos Mineral o los de la serie Klin. 

El color blanco te permitirá decorar mesas con motivos de Halloween, San Valentín, Navidad, cumpleaños, banquetes de boda y vaya… cualquier evento que surja. Te dará mucha más posibilidades y podrás ir más allá con la decoración sin casi limitaciones. ¿Lo mejor? la decoración quizás sí, pero una vajilla blanca nunca pasará de moda. 

 

Colores y contrastes

Contraste visual efectivo

Existen estudios que demuestran que los colores en la mesa son más importantes de lo que pueden parecer. El color del plato, de la comida o la combinación de colores entre ambos influirá en los estímulos del cliente. Uno de los ejemplos de los estudios era que un chocolate caliente sacia y complace mucho más servido en una taza de color naranja o crema.

Contrastes en platos blancos

En el caso de los colores blancos, por ejemplo, se ha demostrado que son la mejor opción para los postres. Al parecer, el blanco da el efecto de potenciar más el sabor dulce. Por tanto, si vas a servir postres te recomiendo que vayas directamente al blanco y evites colores oscuros como el negro (pese a su elegancia). Si el postre que vas a presentar es ya de color blanco de por sí, entonces prueba a añadir decoración con otros colores o utilizar un plato de un color que lo haga contrastar.

Sea como fuere, un plato blanco va a resaltar no solo los sabores sino también los contrastes de colores. Tu comida va a lucir increíble y muy viva. Eso sí, tendrás que tener en cuenta el tamaño de los platos. Al ser de color blanco, si utilizas platos grandes dará el efecto visual de que la porción de comida es más pequeña. Por eso mismo te recomiendo que uses platos de tamaño estándar o pequeños. Si te apetece combinar o jugar con platos más grandes, entonces aprovecha todo el plato para decorarlo de una forma que impresione a tus clientes.

Además tus platos no solo lucirán más atractivos gracias a los contrastes sino que también será un signo claro de higiene en tu cocina. Sí, habrá que dedicar más esfuerzo y dedicación para dejar impecable el plato. Aun así, valdrá la pena y creará muy buena impresión. La vajilla blanca, igual que la vestimenta blanca de tus camareros y chefs, será la prueba definitiva de que en tu restaurante sois limpios y cuidáis el detalle

 

El material de tu vajilla blanca

De los materiales más típicos en cuanto a vajillas podría destacar la porcelana o cerámica, la loza y la melamina. Cada material tiene un valor y unas características distintas. Deberás escoger el que más se adapte a tus necesidades en cada caso.

Materiales vajilla blanca

Es evidente que, si buscas calidad, merece la pena que inviertas en una vajilla blanca de porcelana o cerámica. Principalmente porque la cerámica resiste muy bien las temperaturas altas. Esto se debe a que está fabricada en una mezcla de materiales que han tenido que ser fundidos a temperaturas muy altas para que se asienten. Y no solo aguanta temperaturas altas sino que es muy resistente de por sí y evita ralladuras con la cubertería.

Las vajillas fabricadas en loza dan un efecto muy similar al de la cerámica. Sin embargo, eso se acaba convirtiendo en un simple efecto visual. ¿Por qué? La loza es más económica y asequible, pero tiene más defectos que la porcelana. El material de por sí es más pesado, no muy resistente, más poroso y sensible a los arañazos. 

En cuanto a la melamina, sería una alternativa o tipo de vajilla de apoyo que podrías tener para tu negocio. El material es muchísimo más ligero. Este detalle lo agradecerán tus camareros a la hora de transportar la comida. Y no solo se caracterizan por su poco peso, también por su altísima resistencia a las caídas, detalle que alarga su vida. Este material encajaría mucho en un local de playa/piscina o incluso en eventos donde haya que sacar una gran cantidad de platos de aperitivo o degustación.  

 


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