Actualmente la palabra sostenibilidad está a la orden del día y progresivamente las marcas líderes del mercado intentan ser cada vez más sostenibles. ¿Qué es la sostenibilidad, pues?
El concepto de sostenibilidad como lo conocemos hoy en día apareció por primera vez en un informe de 1987 titulado Nuestro futuro común. En este documento se alertó por primera vez de las consecuencias medioambientales negativas que tenían la industrialización y el crecimiento poblacional. La sostenibilidad trata de dar solución a las necesidades del presente sin renunciar a la protección medioambiental, al desarrollo social y al crecimiento económico: Asumimos pues que la naturaleza y el medio ambiente no son una fuente inagotable de recursos y promovemos el desarrollo social y el crecimiento económico siendo respetuosos con el medio ambiente.
Los actuales problemas a los que se enfrenta nuestra generación –cambio climático, escasez de agua…– se pueden solucionar –o al menos minimizar– promoviendo el desarrollo sostenible. Si estás emprendiendo un negocio o si quieres transformar tu negocio en uno respetuoso con el medio ambiente es importante que utilices envases biodegradables y compostables.
Los negocios hosteleros de por sí generan muchos residuos tóxicos y requieren un consumo alto de agua y energía y está claro que es imposible cambiar el mundo de la noche a la mañana, sin embargo, el mínimo cambio puede marcar la diferencia. Utilizar platos, vasos, cubiertos y sobre todo pajitas y cañitas biodegradables y no de plástico ya es un cambio importante. Por algún sitio hay que empezar, ¿no? ¡Muestra a tus clientes tu compromiso con el medio ambiente!
Hablemos ahora de los envases desechables biodegradables y compostables y de sus pros y contras –está claro que estos representan una alternativa muchísimo mejor que el plástico, no obstante no son la solución perfecta tampoco–.
Diferenciemos primero entre envases biodegradables y compostables puesto que no son lo mismo: Todos los plásticos compostables son biodegradables, pero no todos los plásticos biodegradables son compostables. ¿Cuál es la diferencia, entonces?
ENVASES BIODEGRADABLES
Un envase biodegradable es aquel que está fabricado con materias primas orgánicas procedentes de fuentes renovables –legumbres, plátano, celulosa…– y que se degrada estando en contacto con el medio ambiente sin intervención del ser humano. Es decir, debido a la acción de agentes biológicos como las plantas, los animales o los microorganismos, estos envases se degradan y se convierten en biomasa y nutrientes. Este proceso puede tardar años.
ENVASES COMPOSTABLES
Un envase compostable es biodegradable pero además se composta, es decir, al degradarse se convierte en compost o en abono orgánico. Su proceso de degradación por la acción microbiológica se produce en un corto periodo de tiempo y sin dejar residuos visibles o tóxicos.
Por lo tanto, la principal ventaja de los envases compostables frente a los envases biodegradables es el tiempo de descomposición, que es menor, y el hecho de no producir toxinas al final de la vida útil del envase –los productos compostables certificados se pueden convertir a las 12 semanas en nutrientes para el suelo–.
PROS DE LOS ENVASES BIODEGRADABLES
Las ventajas de los materiales biodegradables son muchas y, a pesar de haberlas ido mencionando al largo del post, te voy a refrescar la memoria.
Están hechos de materiales naturales
Los componentes que los forman permiten que puedan ser consumidos por microorganismos y contribuyen con el ciclo de la vida ayudando a mantener el planeta sano.
No generan residuos
Se descomponen en poco tiempo y, por lo tanto, no permanecen mucho tiempo en basureros o vertederos.
No contaminan
Al ser productos completamente naturales, a la hora de descomponerse no sueltan productos tóxicos ni gases a la atmósfera, por lo tanto, no contribuyen al efecto invernadero y no contaminan.
No se convierten en basura
Internet está plagado de imágenes de acumulación de plásticos donde, además del impacto medioambiental, podemos apreciar un impacto paisajístico importante. Con los envases biodegradables este problema no existe debido a su pronta desaparición y su capacidad para el reciclaje.
Fáciles de fabricar y reciclar
Hoy en día se puede fabricar casi cualquier cosa con materiales biodegradables sin afectar la calidad del producto, de hecho, los objetos fabricados a base de materiales biodegradables implican una fabricación más sencilla y más económica –además de que no se utilizan sustancias químicas–. Por si fuera poco, los materiales biodegradables son totalmente reutilizables.
CONTRAS DE LOS ENVASES BIODEGRADABLES
No podría acabar este post obviando los contras de los envases biodegradables, puesto que, como todo en esta vida, estos envases tiene su parte positiva y su parte negativa. Además, conocer los inconvenientes de dichos productos nos ayudará a mejorar su uso en un futuro.
Impacto negativo sobre la disponibilidad de alimentos
El aumento significativo en la fabricación de este tipo de envases podría afectar en la disponibilidad de muchos alimentos y podría causar un aumento en el precio de estos –recordemos que se elaboran principalmente con harina o almidón de maíz, trigo u otros granos–.
El desconocimiento
Estos envases, a pesar de ser biodegradables, debido al desconocimiento de la población no terminan en los sistemas de compostaje adecuados y no se acaban descomponiendo pues en los basureros, al ser sitios secos, no tienen las condiciones adecuadas para hacerlo.
Aún es una industria joven
Uno de los mayores inconvenientes en el desarrollo de materiales biodegradables es que su uso aún no está muy extendido: las empresas no apuesta por este tipo de materiales, por lo tanto, no son fáciles de encontrar y, para más inri, no hay muchos centros de reciclaje especializados en estos materiales –lo que nos lleva al siguiente punto–.
Pueden contaminar
Si al acabar su vida útil este tipo de materiales no se tratan de la manera adecuada, pueden acabar teniendo un inmenso impacto en el medio ambiente. Además, los ecologistas han alertado del uso inapropiado de estos materiales por la creencia de que no son dañinos para el medio ambiente.
TIEMPO DE DESCOMPOSICIÓN MATERIALES NO BIODEGRADABLES
Los materiales no biodegradables pueden tardar miles de años en descomponerse y en la mayoría de los casos lo hacen liberando productos y gases tóxicos. Estos son los periodos de descomposición de productos que millones de personas utilizan diariamente:
- Botella de cristal: 4.000 años.
- Lata de conserva: 450 años.
- Lata de refresco: 10 años.
- Bolsa de plástico: 150 años.
- Botellas de plástico: 700 años.
- Pañales: 1000 años.
- Pilas: Entre 500 y 1000 años.
- Mechero: 100 años.
- Envase de leche o zumo: 5 años.
- Chicles: 5 años.
- Cigarros: 2 años.
Los envases biodegradables y compostables, a pesar de no ser la solución perfecta, representan una alternativa mejor que los materiales no biodegradables. Aún es una industria joven y desconocida, sin embargo, cada día hay más concienciación y la Nueva regulación de la Comisión Europea respecto al uso de plástico augura un futuro prometedor.
Bloggera gastronómica; amante de viajar, de la literatura, del cine, de la música, de la buena comida y del vino.