La hostelería tiene una gran similitud con representaciones teatrales en las que gerentes o encargados cumplirían la función de directores de escena, los cocineros la de los autores, los camareros la de los actores y la clientela la del público. Cada día que se sube la persiana del negocio es como si se abriera el telón. Una parte fundamental de ambos oficios (y artes) es el atrezzo, es decir, el conjunto de objetos y enseres necesarios para llevar a buen puerto la representación. Mientras que en el teatro cada obra requiere de un atrezzo diferente, en la hostelería siempre es el mismo: mesas, sillas, menaje, cubertería, mantelería y, por supuesto, las servilletas. Todo es importante y merece una atención especial.
Cómo doblar servilletas en hostelería.
En este artículo vamos a mostrarte cómo se pueden doblar servilletas en hostelería de modo que contribuyan en la mayor medida de lo posible a crear el ambiente deseado para cada ocasión.
Aspectos a tener en cuenta en el uso de servilletas
Lo primero que se debe tener muy claro es que es impensable montar una mesa en un restaurante sin la presencia de servilletas. Forman parte imprescindible del cuadro que se debe encontrar el cliente cuando se sienta a la mesa junto al mantel, las copas y los cubiertos. La colocación de estos útiles siempre debe preceder a la oferta de la carta o el menú por parte de la camarero y la anotación de la comanda correspondiente.
Las servilletas no pueden ir por libre y romper el conjunto de la mesa. Por ejemplo, si la mantelería es de tela, las servilletas deberán ser igualmente de tela, y si son de papel, las servilletas deberán ser del mismo material.
También es importante que las servilletas no se alejen del estilo del local. Si el ambiente del negocio es elegante no sería procedente colocar unas servilletas con dibujitos de Bob Esponja y si el local es de un estilo informal y desenfadado posiblemente no le pegaría en absoluto la presencia de unos manteles y servilletas rococós. Es algo de sentido común, sí, pero a veces este es el menos común de los sentidos.
La ubicación de las servilletas es otro aspecto relevante en hostelería. Por norma general se colocan en el lado izquierdo de los platos o encima de ellos, aunque también puede hacerse en el interior de las copas o vasos de un modo más excepcional.
Por supuesto, las servilletas deben estar impecables cuando se colocan en la mesa. Las de papel son desechables y siempre se recambian por unas nuevas pero as de tela requieren de un cuidado más especial. Deben lavarse junto a los manteles después de cada uso utilizando los mejores productos de limpieza disponible.
Pocas cosas pueden crear tan mala impresión en los clientes como unos textiles sucios o con apariencia de suciedad. Deben revisarse concienzudamente y, en el caso de que existan manchas que no se vayan con el lavado, deshacerse de ellos.
El tamaño de las servilletas
Es aconsejable que los negocios de hostelería cuenten con juegos de servilletas de distintos tamaños para diferentes ocasiones. No es lo mismo una comida o cena formal en mesa que un cóctel, aperitivo o cualquier evento en el que los clientes puedan realizar sus consumiciones en pie. En el primer caso las servilletas deberían ser más grandes que en el segundo.
Aunque no hay una norma escrita, el tamaño de las servilletas para cada ocasión debería ser el siguiente: 60 x 60 centímetros para los banquetes (bautizos, bodas, comuniones…), 50 x 50 centímetros para las comidas y cenas en mesa en el día a día, 35 x 35 centímetros para los buffets, 30 x 30 centímetros para los desayunos y las meriendas y 25 x 25 para los cócteles.
Estas medidas son aproximadas y pueden variar ligeramente. Lo que es indudable es que contar con diferentes juegos de servilletas aumenta el caché del negocio a vista del público.
El tejido de las servilletas
Aunque existen otros tipos de servilletas como las ecológicas y las sintéticas, en hostelería las opciones se suelen limitar a dos: servilletas de papel y servilletas de tela. Ambos modelos tienen sus pros y sus contras.
Las servilletas de papel resultan más baratas que las de tela, no requieren mantenimiento porque son desechables y permiten una mayor creatividad a la hora de doblarlas y presentarlas en el conjunto de la mesa. Por contra, no son elegantes y encajan mal en restaurantes formales o lujosos.
Por su parte, las servilletas de tela transmiten una mayor elegancia y formalidad, además de ofrecer una amplia gama de tejidos entre los que escoger: lino, algodón, damasco, poliéster… El aspecto más negativo es que requieren un mantenimiento que cuesta su dinero y, ante cualquier desperfecto, es necesario comprar unas nuevas.
Vídeo de cómo doblar servilletas con forma de árbol
Trucos para doblar servilletas en hostelería
Como ya te hemos indicado, las servilletas tienen su propia ubicación en la mesa. Esto no quita que podamos ser creativos a la hora de presentarlas. Veamos algunas de ellas.
- Con forma de corazón o de rosa: no es algo que se deba hacer a diario (quedaría algo hortera, no nos vamos a engañar) pero sí que se puede tener en cuenta para ocasiones especiales como el Día de los Enamorados o para alguna cena romántica en la que tus clientes pidan un toque romántico.
- Con forma de bolso en el que guardar los cubiertos: muy elegante y con la particularidad de que se puede colocar en la parte derecha del plato.
- Con forma de espiral: un estilo con una larga tradición en el que las servilletas se colocan sobre el plato. Por su estructura es más sencillo de realizar con servilletas de papel que de tela.
- Con forma de nudo: también es un modo de presentación lleno de clasicismo y que no requiere mucha habilidad. En ocasiones especiales puedes colocar una margarita o cualquier flor bonita y de pequeño tamaño saliendo del anudado.
- Con forma de mariposa: una auténtica preciosidad que puede quedar de cine en bautizos o bodas.
- Con forma de tres conos: para doblar servilletas con esta peculiar forma es un requisito imprescindible que sean de buen tamaño, como las recomendadas para los banquetes.
- Con forma de abetos: un detalle que agradecerán tus clientes durante las celebraciones navideñas, tanto en fechas tan señaladas como la Nochebuena o la Nochevieja o durante las muchas cenas de empresa que se celebran en esos días.
- Con forma de conejo: una elección que siempre hace las delicias de los más pequeños y que se puede llevar a cabo en sus fiestas de cumpleaños o en fiestas temáticas.
- Con forma clásica en el interior de las copas: es decir, con las servilletas dobladas sobre sí mismas en el interior de las mismas.
Son muchas más las formas con las que se pueden doblar las servilletas en un negocio de hostelería, casi tantas como pueda abarcar la imaginación: en forma de abanico, de vestido, de pajaritas, de babuchas, de torres, de pirámides… Cada estilo puede utilizarse para ocasiones especiales y, en algunos casos, incluso de forma permanente si lo que buscas es darle una personalidad propia y original a tu negocio.
El arte de doblar servilletas forma parte de esa representación teatral diaria que es cualquier negocio de hostelería. Pequeños detalles como este contribuyen a mejorar la imagen del local y muchas veces puede ser un motivo añadido para la fidelización de la clientela.
Apasionada del mundo de la hostelería y una profesional del contenido y el copywriting. Con más de 9 años de experiencia en la gestión hostelera y el marketing, he tenido el privilegio de trabajar con diversos negocios de la industria, desde pequeñas cafeterías hasta hoteles de lujo.
Mi enfoque se centra en contar historias que conecten con la audiencia y generen resultados tangibles. Me especializo en crear contenido atractivo y estratégico que atraiga a los clientes, mejore la visibilidad de la marca y aumente las ventas de la web pepebar.com.