Aunque el Coronavirus siga entre nosotros y haya negocios que vayan cerrando, nosotros iremos más allá, buscando cuál será la mejor opción para nosotros y para ofrecer a nuestros clientes. Y de esta manera poder decir que, además de que nuestro negocio sobrevivió, lo hizo de la mejor manera. ¿Cuál sería una buena manera de afrontar esta situación?
Tener la opción de menú para llevar en nuestro local es una muy buena opción teniendo en cuenta las circunstancias actuales, dónde en muchas ocasiones la gente prefiere pedir su comida favorita para llevársela a casa en lugar de ir al establecimiento y comer allí. Por eso, hemos decidido hablar hoy sobre cómo realizar tu menú take away de la mejor forma.
Pero primero de todo, tanto si nunca has realizado comida para llevar, como si ya dispones de ese servicio pero quieres mejorarlo, tendrás que plantearte las siguientes preguntas:
¿El tipo de comida que ofreces en tu restaurante es apta para realizar trayectos desde tu local hasta casa de tu cliente?
¿El tiempo de espera desde que el cliente pide el menú hasta que se lo entreguen será el óptimo?
¿El producto que ofreces en tu local es fácil de transportar?
¿Tienes los envases adecuado para el tipo de comida que ofreces?
¿Podrás transmitir una buena imagen mediante el empaquetado?
Y la comida, ¿llegará bien presentada?
¿Tendrás un margen de beneficio suficiente para poder cubrir los gastos de envío?
¿Tú y tus trabajadores podréis llevar a cabo este servicio de comida para llevar de forma correcta?
Es importante saber identificar los platos más adecuados para el take away de nuestro restaurante o bar y no caer en la tentación de ofrecer toda la carta sin pensar en la posibilidad de que haya platos que no llegarán al comensal en las mejores condiciones. Si el cliente no tiene una buena experiencia no repetirá. Por eso, para poder dar el mejor servicio y que el cliente disfrute de cada una de las elaboraciones de tu menú para llevar seguramente debas de seleccionar los platos más aptos, dejar de ofrecer algún plato, dejándolo solo para las visitas al establecimiento, y hacer cambios en otras preparaciones de las que ofreces, incluso tener un menú completamente modificado para este servicio de comida para llevar.
Organizar los tiempos de preparación y entrega:
Muchos no piensan o no le dan la importancia suficiente al tiempo que habrá entre la comanda y la entrega de la comida y, amigo mío, para los clientes el tiempo es una prioridad. Una entrega rápida del menú que han pedido será, muy probablemente, motivo de su satisfacción y seguramente de un buen comentario en las redes.
Ten en cuenta estos factores para organizar los tiempos:
Tiempo de preparación: Piensa en aquellos platos que requerirán de mayor tiempo de preparación y que directamente podrás omitir de la carta de take away, ya que no serán aptos para este servicio a causa de su demora en la entrega. Un cliente puede estar dispuesto a esperar unos 20 minutos para que le preparen la comida cuando come en el establecimiento pero en el caso de que haya escogido el menú para llevar, si la comida conlleva un largo tiempo de preparación y se le suma el trayecto de llevarlo a casa, por ejemplo más de 30 minutos, lo considerará excesivo.
Radio de entrega: Acota un radio óptimo alrededor de tu local para poder delimitar la zona de entrega y poder ofrecer un buen servicio a todos los clientes. Para ello ten en cuenta que los repartidores puedan llegar a toda esa área definida en un tiempo de entrega apropiado.
Relación entre tiempo, temperaturas y texturas: Será un error pensar que la comida que empaquetemos en nuestro local llegará en las mismas condiciones al comensal. Y es que la comida si está caliente, seguirá cocinándose con el calor residual dentro del empaque en el que va a ser transportado, pudiendo cambiar totalmente el punto de cocción de un arroz o la textura de un alimento crocante. Por eso es importante saber los tiempos de cocción ideales para cada alimento teniendo en cuenta el tiempo que estará dentro del empaquetado y en qué orden se deberá realizar, para entregarlo en el mejor momento al transportista o al cliente que va a recoger la comida.
Asegurarse de tener una flota de transportistas suficiente para el servicio: En el caso que decidas realizar tú mismo la entrega de tus platos deberás tener en cuenta de que tendrás que tener suficientes conductores para que puedan realizar las entregas. Si debes de esperar demasiado tiempo a que vuelva el conductor para poderle entregar otra comanda, el tiempo del segundo pedido se demoraría, y eso no te conviene.
También se deberá de revisar si saldrá a cuenta tener contratado tu propio personal para hacer el envío de las comandas. Para ello, analiza previamente si el beneficio será suficiente para poder cubrir los gastos que se generarán. Si ves que no es una opción para ti, quizás puedes considerar el contratar el servicio de otras empresas de entrega de terceros como puede ser Just eat, Deliveroo, Glovo, Rappi, Uber Eats, Restaurant a casa, entre otros, utilizándolo para el día a día o contratándolo solo en las épocas más fuertes de trabajo.
Identifica qué incluirás en el menú y qué no: Como hemos comentado anteriormente, hay algunos tipos de comidas que permiten perfectamente el servicio “to go” (como son las pizzas, sándwiches, sushi, wraps…) y habrán otros platos que no valdrá la pena ofrecer en este servicio porque necesitan un tiempo excesivo de preparación o porque no llegará en buenas condiciones al cliente (entrecot, algunos tipos de marisco, bolas de helado…). Pero como siempre, no todo es blanco o negro, siempre habrá opciones que, con algunos simples cambios en la presentación, podremos ofrecerlos sin problemas.
Haz cambios en los platos que creas conveniente: Para aquellos platos que se aliñan en el último momento con alguna salsa pero que se estropearía la textura si pasaran mucho tiempo aliñados, se podrá valorar la opción de envasar el alimento por separado a la salsa, para que el comensal lo aliñe en el último momento. Por ejemplo, para los platos de nachos, el guacamole o pico de gallo podremos entregarlo en un envase aparte, para los bocadillos, frankfurts y hamburguesas podremos ofrecer las salsas en monodósis para que el pan no llegue desecho por la humedad de la salsa, de la misma manera haremos para la salsa brava con las patatas, etc. Otro tipo de cambio que podremos considerar es hacer un corte diferente en los alimentos para facilitar el transporte o cambiar los acompañamientos por el que creamos más acertado en cada caso.
Una vez tengas identificados los platos que ofrecerás en el servicio para llevar a casa, podrás elaborar y diferenciar la carta de take away, dejando claro qué se puede pedir y qué queda excluido de este servicio.
Darle importancia a la imagen de la comida:
Aunque el cliente sepa que el menú que ha pedido no tendrá la misma presentación que en el plato que le ofrecerían en el establecimiento seguirá dándole importancia a como se lo entregan y la pinta que tiene su comida. Por eso es muy importante que tenga una buena presencia para que sea apetecible y que transmitamos profesionalidad en el servicio.
Emplata de una forma apetitosa: Que la comida ahora vaya a estar envasada no significa que no puedas poner el “toque final” con algo llamativo. Sólo deberás de asegurarte que el topping que pongas no estropee el plato en lugar de mejorarlo. Por ejemplo, si quieres poner una hoja de albahaca para darle un toque bonito al emplatado, asegúrate de que sea en un plato frío y no en uno caliente, éste último hará que el plato, al transmitir constantemente calor y estar cerrado, cuando lo abra el comensal la hoja de albahaca esté arrugada y hará que el plato no esté tan apetecible.
comida para llevar
Facilita la buena identificación del menú: Identificar el contenido de cada envase, separar entrantes de los platos principales y por supuesto, de las bebidas y postres, son pequeñas acciones que facilitaran al cliente el momento de repartir entre los demás comensales. También agradecerán si se separan las salsas y se identifican para que puedan aliñarse fácilmente los platos a su gusto.
Diferénciate y transmite mayor profesionalidad: Podrás optar por envases de diferentes diseños o incluso añadir tu logo en el empaquetado. Seguramente el cliente le llame la atención e incluso se anime a mostrar por las redes el menú de take away que se ha pedido en tu restaurante o que comente con sus conocidos la buena experiencia que ha tenido con el servicio para llevar que ofrecéis en vuestro local.
Escoger el mejor empaquetado:
Es muy probable que no puedas presentar los platos más característicos de tu local de la misma manera que los emplatas en tu restaurante, pero deberás de priorizar un buen empaquetado, que sea el adecuado al tipo de alimento que ofreces y así asegurar que el alimento llega en buenas condiciones al comensal.
Material apropiado: el material es un punto importante a tener en cuenta. Primero, sabiendo el efecto que tendrá con el calor que desprende el alimento y el tiempo que estará viajando el preparado. Hay envases que ayudan a retener la temperatura de los alimentos, otros que ayudarán a no crear una capa de condensación en la tapa… Por eso, si no escogemos un empaquetado adecuado a nuestro tipo de comida es posible que se vaya liberando condensación en el envase y se acabe empapando la comida, que el alimento no quede con la misma textura crujiente, que se derrame por el camino si es caldoso o incluso que llegue frío. Todos estos puntos se pueden evitar con el envase adecuado a las características del alimento.
Por otro lado, hay que tener claro que con el envase también estaremos transmitiendo una imagen como empresa, por eso será importante que vaya acorde con lo que queremos transmitir en nuestro negocio (por ejemplo, si queremos dar una imagen eco-friendly evitaremos los plástico).
Medidas adecuadas: Para encontrar las medidas del empaquetado ideales intenta no escoger contenedores demasiado grandes para que las cantidades de comida no se vean escasas. Igual que no quedará bien que el alimento empaquetado esté rebosando y quede aplastado por la tapa. Será una buena opción tener varios tamaños según el tipo de comidas que ofrezcas, pensando en cantidades y también en el volumen de los alimentos: entrantes, principales, postres, salsas…
Transporte en las mejores condiciones: Si el servicio de transporte a domicilio es propio, deberás de transportar los menús de una manera segura, garantizando que la comida llegará en las mejores condiciones: a la temperatura adecuada y evitando derrames. Para ello podrás obtener cajas o bolsas especiales para el transporte, que mantendrán el calor o el frío de las preparaciones y que también evitaran que se muevan en exceso en el transporte. Evita poner en contacto directo los productos fríos con los calientes y asegúrate que bebidas y postres estén aparte para que lleguen bien frescos.
Debemos de asegurarnos que el proceso de pedido sea fácil para el cliente. Para ello podremos tener en cuenta los siguientes puntos:
Facilita tu menú online: La mayoría de personas interesadas en pedir comida a domicilio buscan qué opciones hay mediante internet. Por eso, una buena opción que podemos tener en nuestro local es tener la carta online.
Si ofreces este servicio de pedir a domicilio te vendrá bien saber que el cliente suele buscar:
Si tu menú está disponible en Internet.
Si se puede pedir y pagar directamente vía online. Si en tu caso, aún no estás preparado para tener este servicio completo online, el cliente agradecerá de igual manera si facilitas el menú online aunque posteriormente tenga que llamar para realizar el pedido. Le será más fácil ver con tranquilidad las opciones que ofreces en tu restaurante y cuando llame por teléfono o vaya al local para pedir, tendrá las ideas claras.
Si hay comentarios de otros clientes que hayan contratado este servicio para ver qué tan fiables sois.
Algunos directamente buscan diferentes opciones mediante empresas de entrega de terceros: Uber eats, Restaurant a casa, Cabify, Foodora, etc. Por eso, también podrás optar por colaborar con empresas de servicio a domicilio y ellos mismos se encargarán de hacer visible vuestro menú en su página web.
Cuida el aspecto visual de tu menú para llevar: Tener una carta simple pero vistosa hará que el cliente tenga una buena experiencia en el momento de decidir la comida que pedirá en tu restaurante, que acabe la comanda y que incluso repita en más ocasiones. Cuando se trata de pedir el menú online hay que pensar que será muy probablemente la única vía de interacción del cliente con tu restaurante, por lo que debes asegurarte de que se transmitirá la imagen que quieres dar de la empresa. Para lograrlo, usa fotos de calidad, incluye descripciones de los ingredientes breves pero sin dejar detalles importantes, utiliza colores adecuados para el diseño del menú e incluye imágenes y dibujos llamativos.
Ofrece un menú corto pero suficiente: Los clientes agradecerán poder hojear el menú de tu local de manera rápida. Para ello, recomendamos no introducir en el menú para llevar más de 20 platos. De esta manera al usuario le parecerá más fácil escoger entre toda la selección.
Mantén actualizado el menú: Es muy importante tener actualizada la información de los productos que ofreces en tu establecimiento. Tener las descripciones correctas, las fotografías de los platos actualizadas y asegúrate de quitar del menú aquellos platos que sepas que no podrás servir por falta de suministros.
Si buscas la forma de adaptar tu negocio a la situación actual con el Coronavirus ofreciendo un menú a domicilio en tu establecimiento, o si quieres mejorar el servicio que ya ofrecías con anterioridad, espero haber ayudado con estos consejos para adaptar de una forma óptima el menú de tu restaurante a una carta para llevar.
